Leyendas y costumbres de la Parroquia.
Con base en los datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) durante el censo efectuado en el año 2022, se observa que la preponderancia de la población en la parroquia de Salinas opta por la autoidentificación cultural y la adhesión a sus costumbres como afroecuatorianos, representando el 76.2% del total poblacional. A continuación, los mestizos constituyen la segunda categoría demográfica más significativa, abarcando un 20.6% de la población. Estos resultados demográficos proporcionan una visión detallada de la composición étnica de la comunidad de Salinas.
Música bomba:
La Bomba es un género musical afrodescendiente originario del Valle del Chota, Ecuador que se encuentra en los límites de las provincias de Imbabura y Carchi.
Es un ritmo creado por la mayoritaria población afro-ecuatoriana de esa localidad, usualmente se la toca con tambores junto con instrumentos de origen español o mestizo
como son la guitarra, el requinto o el güiro. En ritmo y velocidad puede variar desde un tiempo ligero bailable hasta una intensidad veloz típica de muchos ritmos africanos o afro-americanos en donde destaca el ritmo y la percusión, así como el movimiento de cadera y el bailar pegado en formas eróticas.
Otra variación es la llamada Banda Mocha que en sus inicios estuvo compuesta por instrumentos rudimentarios como hojas de naranjo, flautas, machetes, bombo y cornetas hechas de calabazo seco, además de puros, pencos, peinillas, etc.
Es un ritmo que acompaña las fiestas diversas en el Valle del Chota y es muy escuchado especialmente en la Sierra Norte del Ecuador desde Carchi, Imbabura hasta la ciudad de Quito donde existe una fuerte comunidad afro-choteña. En el resto del país tiene menos difusión, aunque en tiempos recientes ya se lo puede escuchar en otras partes del país y es escuchado también por indígenas y mestizos.
Danza afroecuatoriana:
La danza de la Bomba es una creación del pueblo afrochoteño que se inició probablemente en el periodo de esclavitud, en los escasos tiempos de descanso. El movimiento corporal de los esclavizados, sería aquel que les permitieron las cadenas entre los tobillos, su condición de cuerpos dedicados al trabajo físico intenso; se bailaría como un desahogo ante la injusticia. Luego iría cambiando a medida que se generalizaba su participación en las fiestas religiosas, seguro en algún momento fue motivo de exhibición para el deleite de las visitas de otros hacendados, autoridades eclesiásticas, civiles y militares.